23 oct 2007

Apuntes Pampeanos

Cosas Nuestras
Revista de Cardón
N° 16 La Pampa


LA “VACANAL”
Alejandro Raineri, ingeniero de profesión y artista por vocación, pinta desde hace una década vacas pampeanas, y lo hace con devoción. Prueba de ello fue su última exposición, en la cual instaló una gran vaca dorada titulada Augustus Argentum. Según cuenta, el idilio con este animal comenzó en un campo en Quemú Quemú. Allí conoció los secretos del ordeñe, los cuidados que exigen las lecheras, los litros que producen por día, sus enfermedades, sus virtudes y, sobre todo, su belleza. Es que para Raineri las vacas “son un milagro estético y económico”. Son la materia prima del asado argentino, generan leche, cuero y hasta los pelos de su morro se aprovechan para hacer pinceles.

HERRAMIENTAS GAUCHAS
De las boleadoras se dijo allá lejos que eran piedras redondas atadas para ser lanzadas con seguridad, pero la realidad es que en la inmensa llanura pampeana casi no había piedras. Sólo se conseguían por medio del comercio o sacándolas de las sierras cordobesas. Es por eso que las verdaderas boleadoras de gaucho se hicieron con bolas de potro forradas en cuero y atadas a un centro con fuertes cuerdas. Inventadas por los indios, adiestrados en el arte de arrojar piedras, fueron mayormente usadas para la caza del ñandú. Las bolas de potro son tres y se usan tomando las más pequeña como manija y haciendo girar sobre la cabeza las voladoras para lanzarlas hacia las patas del animal que se quiere enredar. Con un tiro certero de tres vueltas, más de un caballo queda patas arriba.

CAMINO INDIO
Las rastrilladas indígenas fueron antiguos caminos trazados por los indios que seguían con precisión las mejores sendas, uniendo aguadas y pastos. Cruzaban La Pampa en diferentes sentidos y fueron numerosas en el centro-este de la provincia, ya que comunicaban a los dos grandes cacicazgos pampeanos: Leubucó y Salinas Grandes. Lucio V. Mansilla, en “Una excursión a los indios ranqueles”, las describe como “surcos paralelos y tortuosos que en sus constantes idas y venidas han dejado los indios en los campos”. Hoy muchos de esos caminos atraviesan grandes estancias y campos, como la Estancia Villaverde, que además conserva restos de un pequeño fortín emplazado a la vera de una rastrillada.

CASA DE PIEDRA
Además de ser una de las provincias más jóvenes, La Pampa va a tener uno de los pueblos más nuevos. Casa de Piedra es el nombre del proyecto turístico y productivo que avanza día a día, y que incluye la creación de una nueva localidad con toda la infraestructura, servicios turísticos, recreativos y deportivos, con eje en el lago Casa de Piedra, de 36.000 hectáreas de superficie. El objetivo fue impulsar un nuevo polo turístico y productivo en un lugar estratégico en el paso vacacional al resto de la Patagonia (Ruta Nacional Nº 152). En la región, ubicada al sudoeste de la provincia, se avanza con la infraestructura urbana que permitirá a inversores privados desarrollar hoteles, canchas y otros espacios deportivos, un club náutico, zona de productos y comidas regionales, barrio residencial, área comercial y camping, entre otros.

María Elena Baggio