20 oct 2008

Estampas de verano

Cómo llevarlas, según diseñadores

Moda y Belleza
La Nación
16/10/08

Las usó Benito Fernández para completar el look de Dolores Barreiro en la entrega de los Premios Martín Fierro, en julio último en un tocado que dio que hablar cuando aún restaba mucho invierno para la primavera. Ahora, promediando octubre, el boom de las flores es un hecho.

Ya desfilaron en todas las pasarelas locales y se ven en las vidrieras de firmas comerciales y de diseñadores de autor. Es una de las estampas que echa raíces este verano y que se instala en todo tipo de prendas en versiones superexplotadas de colores estridentes, en gran escala en blanco y negro, o reducidas hasta volverse Liberty. Aunque eso no es todo, al jardín florido se suman, como se ha visto, las rayas marineras y estampas a lunares bien onda fifties , prints arty y batik, que esfuman colores, y el estilo safari con diseños africanos. Además, cuadros y patchwork que revalorizan los años 60. Para incorporarlas al guardarropa sin perder el look personal, es preciso seguir algunos tips y el consejo de especialistas.

"Es bueno saber que las estampas maxi tienden a agrandar la silueta, sobre todo las que tienen mucho contraste, como blanco-negro o las de colores muy fuertes, como rojo, fucsia, violeta, azul y flúos. Quedan mejor en mujeres delgadas, o si no es preferible dejarlas para pequeñas piezas. Las mujeres más corpulentas o no necesariamente muy delgadas pueden llevar dibujos más cargados en accesorios como carteras, cinturones, sobres, chatas y pañuelos", explica la diseñadora Carolina Aubele. Lo mismo se aplica a las rayas; la regla es incorporarlas en sentido vertical para estilizar la figura, salvo en tops o remeras, donde por ser prendas chicas se puede elegir en función del propio tamaño. Una buena práctica para las mujeres de talles generosos es sumar a las rayas anchas un saco abierto en la misma gama, que deje ver sólo una porción de estampa equilibrando el resto.

Con los lunares se repite la historia, si la estampa es en tonos opuestos o muy subidos es conveniente llevarlos en una sola pieza. Puede ser un vestido que marque la cintura con un cinturón finito del mismo tono, o para las más jugadas, un cinto ancho de color shocking. Los lunares más pequeños y las pintitas les sientan bien a todas las siluetas, reproducidos en soleros, camisas con volados y polleras amplias en tonos pastel y cítricos. ¿Pero qué pasa cuando se quiere sumar más de una estampa al equipo? Lo principal, dice Clara Ibarguren, es "saber combinar los colores y animarse a probar siguiendo siempre la gama, ya sean cálidos, fríos, cítricos o terrosos. Una estampa de flores rococó va perfecta con algo al tono, en rayas finitas; los lunares también hacen buenas migas, por ejemplo, en un pantalón de líneas anchas con una remera básica, un chaleco y un pañuelo a lunares".

Otro dato para tener en cuenta, según Olga Naum, es la estatura. "Para las mujeres menudas y bajas tampoco es aconsejable estampas muy llamativas porque achican aún más la figura", aclara. Y como para no perder la ilusión de incorporarlas al vestuario, agrega que pueden encontrarse prendas con los dibujos de temporada en los ruedos de camisolas de gasa para que sobresalgan de chaquetas de línea A o en sacos dándoles una terminación de zócalo diferente.

Algo más de lo nuevo cuenta Vero Alfie, especialista en tendencias. "Este año la fusión entre moda y arte es muy fuerte y se ve reflejada en estampados de manchas o arte abstracto en muchas telas." Así es que pantalones, remeras y sacos de largos irregulares llevan pinceladas coloridas al mejor estilo de Jackson Pollock, referente del movimiento expresionista del siglo XX. Para usarlas, recomienda "combinar estos diseños con prendas en tonos neutros para no exagerar ni llamar la atención". Aclaración que vale en esta temporada y sirve para las que vendrán. Aubele coincide, y agrega un dato más respecto de los accesorios. "Por más que la onda es mezclar texturas, la idea es no abusar. Es que se tiende a usar texturas visuales de todo tipo y también los accesorios de colores, rosa y chicle, naranja, verde manzana y amarillo lima, en merecido protagonismo. Lo que nunca falla es usar un solo tipo de estampado en el equipo y luego acompañarlo con accesorios divertidos y el resto de las prendas lisas", asegura. Clara Ibarguren también opina que "un buen equipo se arma prestando atención a los detalles; incluirlos es una buena opción".

Los diseños trabajados con la técnica de batik resurgen en un dégradé de colores que van de los tonos pálidos a los más oscuros, y se lucen en vestidos bobos , remerones extralargos y túnicas. Las de caderas anchas pueden llevarlo siempre con el tono más oscuro hacia abajo, cuestión de disimular. El toque distintivo del verano se ve en los jeans nevados, más apagados que en su diseño original, para usar con T-shirts lisas en un día casual. Dibujos étnicos y selváticos también vuelven al ruedo impresos en calzados, bikinis y prendas de noche. Para cortar la policromía hay que animarse y apostar a las vinchas flúo y los bolsos enormes.

En resumen, lo importante, en boca de todas, es que los estampados no se vean más que la personalidad de quien los lleva, esto quiere decir que si el estilo de belleza es simple, ir por las prendas clásicas e innovar con ,los complementos, ya que la mezcla de texturas fuertes requiere de usuarias con personalidad para llevarlas. Palabra de expertas.

Por María Elena Baggio

Claves para armar
Olga Naum:
"A la hora de trabajar, sugiero elegir ropa actual, práctica y cómoda. Eso incluye mucho color, vestidos, trenchs abuchonados y sacos con incrustaciones en cuero y piedras. A animarse con los flecos".

Carolina Aubele:
"Shorts las 24 horas, de la playa a la noche, hasta con un saco tipo masculino. Modelos medio caídos, flojos, de lino oscuro, con botamanga y hasta estampas animal. Innovar con los complementos, sumar brazaletes, cadenas metálicas, sombreros y accesorios para el pelo".

Verónica Alfie: "Hay una tendencia por lo ecosustentable, que será furor esta temporada y la que viene. Son materiales ecológicos que se ven en remeras y vestidos de jersey realizados en algodones crudos, por ello todos los colores neutros, cálidos y blancos, más las estampas de la tierra, siguen la tendencia. ¿Un look casual? Jeans lavados celestes, musculosa batik y rastreras de cuero clarito, bien artesanal".

Clara Ibarguren: "Para trabajar, una versión del traje desestructurado, polleras tubo con camisas de flores pequeñas, un pantalón ancho con remera a rayas y chaleco, más un saco amplio de manga corta. Para el fin de semana, jeans de color con remeras batik y chupines con tejidos amplios. En vacaciones, una camisa larga, shorts en tonos tierra o animal, un vestido línea A, un remerón amplio con cinturón, un top estampado y un maxibolso bien playero".

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